Cómo organizar tu vida en tus 20s (especial cumpleaños)

No necesitas que te diga que la década que todo el mundo llama “los mejores años de tu vida” es también la más caótica y emocionalmente confusa. Pasamos de vivir a base de pasta a 1€ y entregar trabajos a las 3 de la mañana en tu piso de estudiantes, a que de repente se espere de nosotros que sepamos cuál es nuestro propósito, cómo funcionan las pensiones y cómo gestionar personas en el trabajo sin acabar llorando en el baño. Y en algún punto, en medio de todo eso, se supone que también tienes que encontrar el amor de tu vida, construir una carrera y, encima, disfrutar la juventud.

El objetivo de esta newsletter es celebrar mi cumpleaños (29!) y reflexionar sobre lo que he aprendido en esta década y que creo que puede hacer “interés compuesto” para tu futura vida. ¿En qué vale la pena invertir tu tiempo? ¿Qué puedes hacer para que salgas de tus veinte sin sentir que los has malgastado siendo responsable sin haber disfrutado lo suficiente? Hay pequeños hábitos y decisiones que hacen la vida más fácil después. Vamos a verlos.

8 hábitos para empezar en tus 20s

  • Acostúmbrate a cumplir tu palabra: es muy importante que sientas y sepas que eres alguien que hace lo que promete. Necesitas saberlo tú primero antes de poder hacer cosas grandes en cualquier otro sitio. Cosas como hacer la cama cuando dijiste que la harías, o ir al gimnasio aunque sean 15 minutos. Estas promesas a ti mismo hacen un interés compuesto. Los hábitos y mentalidad que construyas en tus veinte son los que vas a agradecerte después, cuando la vida se vuelva mucho más complicada y las responsabilidades se acumulen de verdad. Y entonces, esa confianza en ti será tu red de seguridad.

  • Organiza cuanto antes tu estabilidad financiera: quizás no te emocione especialmente empezar a ahorrar automáticamente o abrir una cuenta de inversión. Pero, si empiezas cuando eres joven a apartarte 50€ al mes en una cuenta tuya, y aún más si los inviertes, empiezas a proteger a tu yo del futuro y a crear tu red de seguridad sin mucho esfuerzo. También es muy recomendable leer cuanto antes algún libro de cómo optimizar las finanzas personales (en Lecciones de vida de mil libros lo cuento, y además recomiendo mis libros favoritos de finanzas). No nos lo enseñan en el colegio, por lo que tenemos que coger las riendas nosotros mismos.

  • Cambia la comparación por curiosidad: los veinte son el terreno perfecto para la comparación, porque todo el mundo está en sitios muy distintos. Una amiga está lanzando una startup y otra vive con sus padres. Una está teniendo su segundo bebé y otra vive en su cuarto país. La cuestión es que no hay una versión “correcta” de los veinte. Lo útil es empezar a usar la comparación como una señal para reflexionar. “¿Cómo quiero que se vea eso para mí?”, “¿me siento así porque quiero esa vida?” o “¿me siento así porque en realidad no quiero en absoluto esa vida y me enfada que otra persona esté viviéndola?”. Esto te ayuda a empezar a diseñar una vida que realmente encaje contigo.

  • Construye tu base de relaciones: por supuesto que tu carrera importa, pero cuando el trabajo se viene abajo, o tu relación se acaba, o llega una crisis de identidad… son las personas a las que llamas llorando en el autobús de vuelta a casa las que te sacan adelante. Las amistades cambian en esta década. Ya no estamos juntos casi a diario como en el colegio o la universidad. Aparecen parejas a largo plazo y, de repente, estáis mirando agendas y no estáis libres hasta el mes que viene. Y si estuvierais libres, sería para ir al piso donde vive la pareja de tu amiga y ya no podéis tener vuestra típica noche de chicas. Pero es esencial hacer hueco para tus amistades, y no descuidarlas por el trabajo o la pareja.

  • Reflexiona sobre tu yo futuro: la psicología ha demostrado que nos cuesta mucho más preocuparnos por nuestro yo futuro que por nuestro yo presente. Así que tenemos que forzarnos un poco para recordarnos que estamos haciendo algo que va a beneficiar a nuestro yo futuro. Por ejemplo, una vez al mes puedes preguntarte “¿de qué estará agradecido mi yo de 30 que haya empezado ahora?”. Eso sí, quizás tú seas lo contrario y pases demasiado tiempo pensando en tu yo futuro y no disfrutando el presente. Tú sabes hacia qué lado tiendes más y qué tienes que cuidar.

  • Prueba a elegir un tema de tu vida que quieras mejorar cada mes: quizás te sea útil centrarte solo en una cosa cada mes que realmente quieras mejorar, algo a lo que vas a volver una y otra vez para construir de verdad, en lugar de tirar la toalla porque intentas cambiar demasiadas cosas a la vez. Algunas ideas de temas son las finanzas, el ejercicio, la comida sana, los límites, tu carrera… Y no tiene por qué ser un gran esfuerzo. A veces puede ser leer un libro sobre el tema, o solo prestar atención a los patrones que repites.

  • Registra (¡y celebra!) tu crecimiento en pequeños momentos: crea una nota en el móvil donde apuntes cosas que no necesariamente quedan bien en redes sociales. Celebramos menos que nunca a causa de esta cultura del anuncio online. Así que tener tu nota es como un antídoto, un recordatorio de que estás construyendo resiliencia y construyéndote a ti mismo. Y también te ayuda en los días en los que te sientes estancado o atrasado, recordándote que estás haciendo progreso real.

  • Trabaja tu locus de control interno: es muy fácil, cuando te metes en internet y ves las noticias y todas las cosas que van mal en el mundo, imaginar: “bueno, mi vida no puede salir bien por la política, o el cambio climático, o lo que sea”. En su lugar, pensar “tengo control al menos sobre mi parte de mi vida, y voy a centrarme en eso y a hacer lo que pueda para crear una buena vida para mí” te hace llegar mucho más lejos.

Un abrazo a todos, y a disfrutar la vida, que solo estar vivos es una gran razón para estar agradecidos.

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